sábado, 27 de julio de 2013

Mister T / Kara T

No sabría decir que fue, en realidad dudo mucho que hubiese cualquier tipo de explicación para tal metamorfosis, por lo menos alguna que yo alcanzase a comprender.Recuerdo la infinidad del accidente, eso sí, quizá tuviese alguna relación con el suceso... quizá no. Lo cierto es que seria desperdiciar el tiempo, tampoco importaba.El hecho en si, no es excesivamente complejo: me encontraba totalmente inhabilitado para lavarme los dientes aquella mañana, pero no me sentía diferente, en realidad seguía siendo yo. El ver aquella señal en el espejo no pareció relevante en una primera instancia, resultaba incluso superfluo, ajeno a mi... era tonto.Era una T enorme, enorme. Aquella T de sopetón en dónde antes estaba mi cara... o la suya ¿era yo?, ¿podía ser que todo aquel tiempo tuviera una imagen ajena de mi mismo?. Al detenerme a mirar, observé los detalles, encontré una a, una b, una o y una r, así como una flecha señalando en el mismo sentido en que yo cargaba. Tuve que esbozar una sonrisa aunque la verdad que no sabia donde podría estar.Tuve mucho cuidado al salir. Me ladeé para evitar pegarme con los márgenes de la puerta, y seguí hasta que conseguí salir de casa intentando mantener el equilibrio mientras bajaba escaleras. No era cosa fácil. Uno baja escaleras, no se lo plantea, las baja, sin mas. Pero eso es porque están pensados para bajarlas de cara. Es una tarea penosa donde las haya bajarlas ladeado, buscando apoyo en la barandilla para no caer. Era extrañamente ajeno a mis nuevas dimensiones y distribución de peso, pero me resultaban raramente familiares también. Fue cogiendo confianza y dando pasos cada vez mas firmes, lo que me sirvió para trastabillar y caer de morros a dos escalones del suelo. Mas bien debería decir que caí de “tes”. No es fácil tener cara de “te”.Me costó horrores levantarme. No me explico como camino, no creo que nadie se lo explique. Una vez pregunte a mi hermana y me miro extrañada, y cambio de tema. De esto hace tiempo ya. Ahora todo es mucho mas fácil. Tengo un coche a mi medida. En realidad es una Volkswagen reconvertida. Donde estaba antes la cama, ahora meto la cabeza. No me puedo quejar, es un buen vehículo, la verdad.Todavía de vez en cuando siento que la vida se vuelve liviana, cierro los ojos mientras espero un semáforo que te devuelva a la corriente del trafico, y siento la brisa refrescante del mar que te trae un camión al pasar. Y pienso en niños alegres, pienso en los míos, hace mucho que no los veo... Es bonito pensar que la alegría pesa lo que un niño, y que sus ojos, por los que un día miraste, aún no necesitan cerrarse para vivir. Pero un claxon me obliga a abrirlos y volver a la corriente del trafico vespertino. Sería bonito volver a verlos, sería bonito volver. David Pirilo, 2013 (Gijón)